MANDALA ESPIRITUAL

UNO

Fue un fin de semana, sobre las diez de la mañana de un dia muy nublado en que recibo la llamada de mi mama desde Canada donde me dice que mi abuela Eugenia Chiong se encontraba en el hospital y que podria fallecer de un momento a otro.

Colgamos el telefono, y acto seguido el cielo se abrio de forma inesperada dejando pasar un rayo de luz muy intenso, que me ilumino como si se tratara de la presencia de un angel, y a la misma velocidad que se abrio ese cielo se volvio a cerrar dejandome en la obscuridad de ese dia. A mi mente vino inmediatamente el mensaje de que mi querida abuela china habia fallecido en ese momento y el cielo se abria para recibir su alma.

Suena el telefono y es mi madre llamandome desde Canada, para decirme con tristeza que mi abuela habia partido.

DOS

Un dia entro a una tienda del Barrio Chino de mi ciudad, y recorriendo con la vista las muchas figuras de porcelana que alli vendian, mis ojos se detienen en una muy hermosa que representa a una anciana sentada en un trono, ella esta vestida con trajes elegantes y su cabeza adornada con una corona dorada. Su rostro aunque palido refleja una sonrisa relajante y de total paz y felicidad.

La misma voz que me habla me pide que compre esa figura pues esa representa mi abuela Eugenia sentada en el trono del cielo donde se encuentra en estos momentos, plena de felicidad y rodeada de belleza. Asi lo hice y la traje a mi apartamento poniendola en la cocina, donde yo la recuerdo todos los dias de mi vida.

TRES

Mi mama me vuelve a llamar esta semana para decirme que mi abuela Catalina quien se encuentra un poco delicada de salud en La Habana, habia experimentado la otra noche un encuentro espiritual donde mi abuela Eugenia la habia venido a visitar en espiritu y en la conversacion le habia pedido que se fuera con ella a vivir en ese lugar de paz, maravilloso y lindo donde ella se encuentra desde su muerte.

CUATRO (final)

Yo se que existe Dios, se que existe otra dimension donde vamos a terminar nuestro recorrido por esta vida, y donde encontraremos definitivamente la felicidad y el descanso eterno.

Le doy gracias al creador que le ha permitido a mi abuela Eugenia estar alli, pero ademas de venir a nosotros y confirmarnos de ese "paraiso".

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